lunes, 11 de febrero de 2008

HOGARES PARA INDIGENTES "JESUS CAMINANTE"


La Asociación "Jesús Caminante" nació como reacción al abandono de muchas personas que, por diversas circunstancias y razones, se encuentran en la calle. Viven en la calle. Su domicilio es la calle.
Personas que, o llegaron a la calle a consecuencia de padecer algún tipo de enfermedad, o enfermaron a raíz de pasar mucho tiempo en la misma, sin alimento, sin techo, sin ningún tipo de cuidado mínimo... sin familia, o desarraigados/excluidos de la misma, sin trabajo, sin pensión... Los Albergues, dan respuesta a quienes son transeúntes, están de paso y van de una ciudad a otra; por eso el tiempo en los mismos es limitado. Pero personas que han pasado dos, tres años... catorce años en la calle... tienen ya un nivel de deterioro que no se soluciona con un alojamiento para quince días. Su destino es vivir (algunos morir) en la calle.
La infancia, está protegida por las leyes y por dispositivos de acogida, que podemos discutir si son más o menos adecuados, pero que existen. Los ancianos, casi lo mismo, aunque la escasez de plazas en residencias públicas es notable; todo ello sin contar con las puntuaciones, las listas, y, muy lamentablemente, que tengas que "demostrar" con papeles que eres anciano, estás empadronado... Pero si una persona está en una franja de edad entre los 18 y 60/65 años, o carece de documentación y capacidad para gestionarla, se encuentra expuesta a una desprotección casi absoluta. Las enfermedades y largas temporadas en la calle, hacen el resto.
AJesús Caminante@ nace para acoger a esas personas, definitivamente, sin límites de tiempo... mientras lo desean. Estamos en Madrid desde el año 1980, y algunas personas están desde 1982 hasta ahora.

El fin primordial de la Asociación AJesús Caminante@ es la atención y acogida de personas marginadas y abandonadas, especialmente a quienes se ven obligadas a dormir en las calles por carecer de medios de subsistencia o Instituciones que les atiendan, prefiriendo siempre a quienes se encuentren en situación más deteriorada y a quienes no se pueden rehabilitar ni personal ni socialmente, mediante la creación y mantenimiento de Centros de Acogida-Hogares en donde acogerles y atenderles.
2. Dos Centros (Hogares) en Madrid
Para cumplir la finalidad, la Asociación tiene dos Centros en Madrid: uno en en barrio de San Blas - Madrid (calle Resinería número doce) y otro en Colmenar Viejo, calle Virgen de Fátima número seis.
En ellos acoge a más de cien personas en régimen de residencia estable, porque están afectadas por un nivel de deterioro importante por los motivos expuesto anteriormente. Por ello, viven permanentemente en los centros donde les atendemos en todas sus necesidades básicas primarias.
Carecen de otros recursos sociales por su edad, carencia de documentación, discapacidades, domicilio...Pero junto con sus carencias materiales, está también una pérdida de dignidad personal y humana como consecuencia de un abandono prolongado y cruel. Su nivel de desarraigo para algunos llega a ser total, o porque no tienen a nadie o porque han tenido familias muy desestructuradas que en ningún caso se hacen cargo de ellos.
De ahí que nos propongamos crear un Hogar. Un lugar donde, a la vez que se cubren todas sus necesidades primarias elementales (alimento, vestido, higiene, atención médica y cuidados de sus múltiples enfermedades...) empieza a recobrar las referencias personales, humanas, incluso fraternas. Es su casa. Es nuestra casa, donde, en la medida de las posibilidades de cada cual, nos implicamos y aplicamos a la tarea de sacar adelante nuestra vida y la propia supervivencia.

Y porque las necesidades son muchas y el número de estas personas en la calle es creciente, ahora mismo está en fase de tramitación el proyecto para un nuevo Hogar en Colmenar Viejo. En un solar cedido por el Ayuntamiento de esa localidad, empezaremos, ojalá que pronto, a echar los cimientos de una nueva casa.
4. Medios para llevar a cabo la labor.
La ayuda principal proviene de donativos o ayudas en especie, de personas que conocen esta labor y se comprometen con ella en distintos grados; incluidos los Colaboradores (voluntariado) que aportan su tiempo para realizar diversas tareas en los Centros
Tramitamos también las Pensiones no Contributivas de los que tienen derecho a ellas; ingresos que se aportan casi íntegramente para el mantenimiento de las casas.
No percibimos subvenciones.

Jesús Caminante es una Asociación sin ánimo de lucro cuyo fin primordial es la creación y mantenimiento de Centros de Acogida-Hogares para acoger y atender a las personas que se ven obligadas a vivir en las calles.Hoy día, igual que en sus comienzos, es una reacción al dolor que padecen los pobres y desheredados de este mundo.
Se acogen, pues, a quienes padecen situaciones de extrema necesidad, incluido un desarraigo familiar, social y humano; algunos han llegado a perder hasta la “capacidad para mendigar”. Y se les ofrece la posibilidad de iniciar un proceso para recobrar la dignidad perdida por una situación injusta: haber vivido tanto tiempo en la calle: algunos bastantes años. Un Hogar donde pueden vivir indefinidamente, sin limite de tiempo.

UNA REALIDAD

No basta hablar de un "cuarto mundo". No es una cuestión de conceptos, sino de personas. Personas que viven situaciones injustas; algunas tan injustas que llegan a ser crueles.
En las calles de nuestras ciudades, viven (malviven) muchas personas a las que cuesta mirar, cuesta entender, cuesta aceptar y que fácilmente nos gustaría no habernos tropezado con ellas. Fuera de las ciudades, también: los habitáculos donde se refugian, no se pueden imaginar si no se ven con nuestros propios ojos.
Resulta complicado, difícil, hablar y enseñar esta realidad. Pero también es una responsabilidad el no esconderla. Tomar conciencia de ella, primero; ponernos manos a la obra, después. En camino, porque está en nuestras manos cambiar, aliviar, socorrer a alguien que lo necesita imperiosamente. Constantemente.
Nadie tenía por qué ver estas imágenes, pero tampoco podemos esconderlas. Nunca es fácil. Ver y entender el lado más pleno de la vida es un objetivo, un anhelo. Lo otro, incomoda.
Al hacerlo, no se pretende evocar el lagrimeo, ni mucho menos la lástima por la lástima. Y si empezamos a echarnos las culpas (responsabilidades) a unos u otros, podemos dar por sentado que éstas y otras personas van a permanecer indefinidamente en la misma situación.
No analizamos las grandes causas que las llevaron a vivir así. Simplemente nos encontramos con el hecho de que viven así y no reaccionamos planteando un debate o planificando una estrategia.
Nuestras reuniones y planificaciones no les sacarían de la situación de abandono en que viven. Decimos simplemente: "¡Ven! ¡Quédate con nosotros".
Pasamos por alto la idea bastante extendida de que "es por que no quieren recogerse". Probablemente quienes lo afirman, desde la buena fe, parten de un desconocimiento muy importante del problema. Y no ignoramos que, para otros, tan rotunda afirmación es claramente una excusa. .

Cada persona tiene unas circunstancias determinadas. Y el mundo de la calle no tiene una explicación ni única ni categórica. Y hay que remover muchos de los valores de la actual sociedad acomodada que están en el origen de la inmensa mayoría de los casos. Pero, sin ninguna duda, sabemos que, acogiendo a una persona que vive en esta situación tan indigna, le estamos dando un hachazo a la causa que la sepultó de ese modo.
Enseñar estas imágenes amargas, solo tiene un fin: tomar conciencia y reaccionar. Algo... siempre es posible hacer algo. Siempre es posible hacer mucho. Siempre es posible restar cualquier clase de indignidad humana, allá donde se encuentra.
Y también es posible un paso más: bajar, buscar, acudir allá donde la situación de miseria está en sordina